sábado, 21 de marzo de 2009

VENDER TU PROPIA IMAGEN

La forma en la que vestimos dice mucho acerca de nosotros mismos. La personalidad y el estado
de ánimo se manifiestan claramente según el tipo de ropa que se lleve. ¿Cuántas veces te ha ocurrido que, al levantarte desganada y apática, te has quedado encerrada en casa con el pijama puesto?¿y qué me dices de esos días en los que te sientes especialmente contenta porque ves que la dieta sigue dando resultado y te animas a vestir ropa más bien ajustada que haga lucir mejor tu figura?

Debemos tener en cuenta que, hoy en día, nuestra imagen habla antes que nosotros mismos. Es mucha la importancia que tiene y por eso tenemos que aprender a tener una buena presencia en cada momento. Para no caer en el riesgo de causar una mala impresión por consecuencia de haber elegido un traje, un peinado o unos zapatos equivocados para, por ejemplo, una entrevista de trabajo.

Te propongo algo: mira detenidamente tus zapatos. Ahora te pregunto ¿están limpios? ¿brillan?
¿las suelas están en buen estado?. Si alguna de tus respuestas es no, permíteme que te diga que estás atentando inconscientemente contra tus posibilidades de obtener un ascenso, de disfrutar de un mejor trato o de atraer a tu pareja.
Es difícil creerlo, pero sí, todo esto puede ocurrir sólo por llevar unos zapatos que no están en condiciones de ser enseñados.

Cuidar y transmitir una buena imagen te puede aportar muchos y variados beneficios, ganarás éxito social y ello te permitirá conseguir cosas que ni te imaginas y, lo mejor de todo, te hará sentir más segura, confiada y feliz.

En estos tiempos difíciles en los que la competencia dentro del ámbito laboral es cada vez mayor, se hace imprescindible optimizar nuestro mejor activo: nuestra persona. Para ello tenemos que aprender a presentar, de forma adecuada, nuestra imagen personal: lo que somos, lo que sabemos, los valores que conducen nuestra vida y los beneficios que podemos aportar a los demás. Debemos ser eficientes en nuestro trabajo y estar siempre presentes en cada momento, de esta forma se nos considerará como personas valiosas e insustituibles.

Tu personalidad se manifiesta en cada gesto, en cada mirada, incluso en tu forma de caminar y, junto con tu estilo, hacen conformar tu imagen, la misma que se ve y transmite a los demás. Por eso debemos cuidar hasta el más mínimo detalle, pues en todo momento estamos comunicando nuestra forma de ser y ver el mundo.

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